domingo, 6 de julio de 2008

UNA PROFE AÚN EN PAÑALES



Mi experiencia como profesora de francés en un instituto de secundaria apenas empezó seis meses atrás, vamos, ¡¡¡que todavía estoy en pañales!!! Afronté mi primer día de clase, como profesora sustituta, con una especie de miedo escénico (¡y es que no llegar a 1,55 m y que la mayoría de los alumnos te saquen dos cabezas a veces impone!), pero con una tremenda ilusión. A los dos minutos de estar delante de los chavales, me sentí como pez en el agua. Estaba saciando el gusanillo que tenía, les estaba enseñando, pero ya desde el primer momento estuve aprendiendo con ellos. ¡Ese intercambio de conocimientos y sentimientos me hizo sentir tan bien!

Sé de sobra que aún me queda mucho camino por recorrer y mucho por aprender. Sé que algunos días me reiré con los alumnos, pero otros harán que incluso se me salten las lágrimas. Cada día es diferente, cada jornada que tienes ante ti un nuevo reto... Eso precisamente es lo que buscaba cuando, después de diez años, dejé atrás las cuatro paredes de mi casa y la única compañía del ordenador. ¡Sabía donde me metía... aunque algunos piensen que sea en la boca del lobo!

3 comentarios:

Alicia dijo...

¡Ánimo, Vicky!
Veo que eres valiente y decidida. Todas las profesiones tienen sus inconvenientes, y los de la enseñanza los conocemos todos, pero yo también estoy satisfecha del cambio.
Mucha suerte

Alicia

liliana dijo...

Guapa, he vist com et veuen els alumnes i això t'ha d'encoratjar a seguir endavant, clar que sí! I en els mals moments, pensa en l'agraïment dels nois de 4rtC, per exemple...
I aviam si el curs vinent tenim sort nineta! Je, je
Petons

Unknown dijo...

Vinga Vicky que una vegada comences ja no es pot parar. Sort per l'any vinent com diu la Liliana